Decálogo 2: Recomendaciones para obtener una Construcción Sostenible a bajo coste.

Está es la segunda entrega del DECÁLOGO,  en la primera hablamos sobre los indicadores de sostenibilidad y en esta hablaremos sobre las recomendaciones, esté es un fragmento del  “Decálogo de recomendaciones y medidas a adoptar para obtener una Arquitectura Sostenible al menor coste posible” propuesto por Luis de Garrido.

Arquitectura Sostenible

  1. Adoptar nuevas normativas urbanísticas encaminadas a conseguir una construcción sostenible (factor de forma de los edificios, distancia de sombreado, orientación de edificios, dispositivos de gestión de residuos…).
  2. Aumentar el aislamiento de los edificios, permitiendo a su vez la transpirabilidad de los mismos.
  3. Establecer ventilación cruzada en todos los edificios, y la posibilidad de que los usuarios puedan abrir cualquier ventana de forma manual.
  4. Orientación sur de los edificios: disponer la mayoría de estancias con necesidades energéticas al sur, y las estancias de servicio al norte.
  5. Disponer aproximadamente el 60% de las cristaleras al sur de los edificios, el 20% al este, el 10% al norte y el 10% al oeste.
  6. Disponer de protecciones solares al este y al oeste de tal modo que solo entre luz indirecta. Disponer protecciones solares al sur de tal modo que en verano no entren rayos solares al interior de los edificios, y que si puedan hacerlo en invierno.
  7. Aumentar la inercia térmica de los edificios, aumentando considerablemente su masa (cubiertas, jardineras, muros), favorecer la construcción con muros de carga en edificios de poca altura.
  8. Favorecer la recuperación, reutilización y reciclaje de materiales de construcción utilizados
  9. Favorecer la prefabricación y la industrialización de los componentes del edificio.
  10. Disminuir al máximo los residuos generados en la construcción del edificio.

Integración de Energías Alternativas en la Arquitectura

  1. Favorecer la utilización de captores solares térmicos para el agua caliente sanitaria
  2. Estimular la utilización de biomasa, sobre todo de residuos y “pallets” de aserrín
  3. Integrar los captores solares de forma adecuada en la arquitectura, de tal modo que no se reduzca la eficacia de los mismos.
  4. Favorecer la integración y complementación de diferentes energías: solar-eléctrica, solar-biomasa.
  5. Favorecer la utilización de energía solar por medio del correcto diseño bioclimático del edificio, sin necesidad de utilización de captores solares mecánicos.

Eficiencia Energática en los edificios

  1. Aumentar el aislamiento de los edificios un 40% respecto la normativa actual.
  2. Utilizar tecnologías de alta eficiencia energética
  3. Utilizar dispositivos electrónicos de control del consumo energético
  4. Diseñar el edificio de tal modo que consuma la menor energía posible durante su utilización (diseño bioclimático, correcta ventilación e iluminación natural, facilidad de acceso, reducción de recorridos, fácil intercomunicación entre personas, ….)
  5. Diseñar el edificio de tal modo que se utilice la menor energía posible en su construcción (materiales que se hayan fabricado con la menor energía posible, eficacia del proceso constructivo, evitar transportes de personal y de materiales, establecer estrategias de prefabricación e industrialización)

Se suele decir que la construcción sostenible es más cara que la construcción convencional. Pero esto no es cierto en absoluto. Es más, para que una construcción sea verdaderamente sostenible debe tener el mismo precio, o menor, que una construcción convencional. Personalmente creo que este malentendido se debe, fundamentalmente, a tres causas:

1. Se suele comparar el precio de una vivienda sostenible (que simplemente por serlo tiene una alta calidad) con el precio de la
vivienda de promoción (que usualmente es de baja calidad), y que tiene el único objetivo de obtener el mayor beneficio, en el menor
tiempo posible. Para hacerlo de forma correcta se debería comparar una vivienda de alta calidad, con una vivienda realmente sostenible (que ya lleva implícita la alta calidad).
2. La construcción es muy inerte y ante todo intenta protegerse de cualquier cambio, por necesario que sea, que implique una
molestia, o un obstáculo en la obtención de un rápido beneficio. Por ello, difundiendo la idea de que la construcción sostenible es
más cara, todo permanece sin cambios, y en manos de las mismas personas. Por ello, una gran parte de la arquitectura sostenible
actual es puramente mediática. Se sigue haciendo más de lo mismo, pero se le da el nombre de “sostenible”.
3. Quienes creen que la arquitectura sostenible es más cara, sin duda tienen un conocimiento parcial y erróneo de lo que debería ser una auténtica arquitectura sostenible. Si se entiende como sostenible un edificio convencional pero con añadidos (más aislamiento, vidrios especiales, captores solares, sistemas domóticos, etc.), es evidente que el resultado final, necesariamente, va a ser más caro. Pero es que además, de este modo ni siquiera se ha conseguido una verdadero edificio sostenible.

Este modelo “aditivo” está fomentado por empresas que obtienen un determinado lucro económico, pero el resultado final, apenas es
beneficioso para el medio ambiente (léase el apartado relacionado con el Modelo de las Pirámides Invertidas). Y lo que es peor, este
modelo es poco rentable para el promotor, que, como alternativa fácil, prefiere la manipulación mediática.
Un verdadero edificio sostenible debería se más barato que uno convencional. Pero para ello, debe diseñarse de forma “integral”, y
no “aditiva”. Para hacer una verdadera arquitectura sostenible es necesario reestructurar por completo el modo de entender la arquitectura.

Para ello se deberían establecer nuevas sintaxis arquitectónicas, nuevos elementos arquitectónicos, nuevas tipologías arquitectónicas, nuevos sistemas constructivos, nuevas tecnologías, etc. Como resultado final de este proceso obtendríamos nuevas soluciones arquitectónicas “integrales” muy eficaces desde un punto de vista medioambiental, y sin la necesidad de los “artilugios”, del modelo aditivo. Haciendo una arquitectura convenientemente razonada no son necesarios sistemas de aire acondicionado, vidrios especiales, captores solares, tecnologías superfluas, sistemas domóticos, cubiertas-aljibes, etc.
Evidentemente esta nueva arquitectura, además de ser verdaderamente sostenible, debería ser más económica. Por lo que
sería mucho más atractiva para cualquier promotor.

En base a los indicadores (comentados en el decálogo anterior)se han modelizado 40 acciones que deberían realizarse para hacer una construcción 100% sostenible. De nuevo, estas 40 acciones han sido agrupadas en tres grupos: Grupo A – Sin coste adicional (25 acciones), Grupo B – Sobrecoste moderado (10 acciones) y Grupo C – Sobrecoste sustancial (5 acciones).

Llevando a cabo las 25 acciones que no suponen ningún sobre coste en la construcción podemos lograr una efectividad sostenible de hasta un 60%, con las 10 acciones que implican un sobrecoste moderado (2% al 5% del coste total) se puede lograr una sostenibilidad adicional de un 30% adicional, y por último, con las 5 acciones que implican un sobrecoste sustancial (del 5% al 10% del coste de la obra), se puede conseguir un grado adicional del 10% aproximadamente.

Es evidente que el modelo de sostenibilidad que hay que seguir para la construcción debe ser incrementativo. O lo que es lo mismo, primero agotar las acciones del grupo A; cuando esto haya ocurrido, pasar a las acciones del grupo B, y solo cuando se hayan realizado, pasar, por fin, a las acciones del grupo C. Y si hay que quedarse a medio camino, quedarse tan solo con las acciones del grupo A.

Es curioso como las pocas (y despistadas) acciones que se están realizando en la actualidad se centran en las del grupo C, es decir, en las acciones más caras y que apenas suponen una mejora medioambiental leve. Es el caso de la colocación de captores solares térmicos, fotovoltaicos, sistemas de aire acondicionado inteligentes, sistemas de absorción, suelos radiantes, sistemas domóticos, molinos eólicos, etc…. Ello está proporcionando una idea cara, poco efectiva y equivocada del camino a seguir para lograr una alta sostenibilidad en las construcciones. Y lo que es peor, son una nueva excusa ideal para que el promotor siga subiendo los precios de venta.

Es evidente que el modelo correcto de sostenibilidad que hay que seguir para la construcción debe ser incrementativo. O lo que es lo mismo, primero se deben agotar las acciones del grupo A; cuando esto haya ocurrido, pasar a las acciones del grupo B, y solo cuando se hayan realizado, pasar, por fin, a las acciones del grupo C. Y si hay que quedarse a medio camino, quedarse tan solo con las acciones del grupo A. Estas acciones

Por ello queda claro que sí. Se puede realizar una construcción de alto grado de sostenibilidad sin sobrecoste alguno, con acciones completamente sencillas. Algunas de estas acciones son las siguientes:

– hacer un urbanismo sostenible (pero hacerlo de verdad, y no solo el título)
– Controlar el factor de forma del edificio
– Elegir la tipología adecuada
– Hacer un diseño arquitectónico excelente (un arquitecto bueno cobra como uno malo)
– Orientación obligatoria N-S (en otro caso resulta caro y poco efectivo controlar las aportaciones de calor y fresco natural)
– Redistrubuir los huecos acristalados (sin necesidad de aumentarlos)
– Formentar la ventilación cruzada
– Generar succión de aire caliente por efecto chimenea en verano
– Ventilar a la vez que se precalienta aire en invierno
– Disponer de efectos invernaderos
– Disponer de elementos arquitectónicos que conserven bolsas de aire fresco
– Idear sistenmas de acumulación y transferencia de calor y fresco
– Aumentar la inercia térmica del edifico
– Usar escombros
– Usar materiales de derribo
– Aprovechar al máximo los materiales de construcción
– Aprovechar otros materiales que polucionan las entregas de materiales (Plásticos, palets, embalajes, gomas, etc…)
– Etc… (hasta 25)
Sin embargo, y dada mi experiencia personal en arquitectura sostenible durante casi 13 años, he sido capaz de diseñar tipologías de vivienda y tipologías constructivas, que permitan realizar acciones del grupo B y del grupo C, y conseguir viviendas a precio de mercado.  El caso más espectacular lo constitiye el grupo de viviendas VPO “Brisa.net”, 54 viviendas a 54.000 pts/m2. En total unas 600 viviendas (domóticas, bioclimáticas, 100% sostenibles).

El secreto no es otro que optimizar los procesos de construcción (y sobre todo los de promoción), con fín de abaratar la construcción para dejar hueco al sobrecoste inevitable de sistemas de recogida de aguas de lluvia, placas solares, sistemas domóticos, materiales ecológicos, etc…. Y esta optimización pasa por un buen diseño, eliminar partidas de obra innecesarias (que se pueden solapar sin detrimento de calidad), aprovechamiento máximo de recursos y resíduos, industrialización, y nuevas estrategias de promoción basadas en la calidad y la excelencia y no en la cantidad.

Hay que luchar por lograr, sin sobrecostes apreciables, una construcción 100% sostenible, y no conformarse solo con ponerle el titulo. En estos momentos, la construcción sostenible corre un gran peligro: el de seguir haciendo lo mismo con otro nombre. Y es que ya lo decía Confucio: ….”de vez en cuando hay que cambiar el nombre a las cosas, para que estas continuen siendo las mismas…”

Fuente: construible.es, Luis de Garrido.