Los números de Calatrava

En mi epoca de estudiante cuando escuchaba el nombre de Santiago Calatrava y veía las imagenes de sus puentes y edificios me generaban mucha admiración.

Por ejemplo la ciudad de las artes y la ciencias de Valencia: los monumentales edificios que lo componen son considerados el mayor reclamo turístico de la ciudad, tanto, que en el año 2007 este proyecto fue uno de los ganadores del concurso 12 Tesoros de España, junto con la Alhambra, la basílica de la Sagrada Familia, el museo Guggenheim de Bilbao y la Catedral de Santiago de Compostela, entre otros.

Sin embargo y pese a que a simple vista sus proyectos son espectaculares, son muchos los que piensan que Santiago Calatrava hace cosas bonitas que no sirven para nada, a esto se le añaden las polémicas que han despertado la multiplicación de los presupuestos de sus obras, por ejemplo la Ciudad de las Ciencias y de las Artes, iba a costar 150 millones de euros,16 años después el coste aumentó para llegar a los 1.282 millones, otro ejemplo es el Palau de les Arts, cuyo presupuesto inicial (84 millones) tuvo un sobrecoste del 260% (304 millones de euros) y que además ha sufrido inundaciones por fallas estructurales.

Añadimos también los llamados “proyectos fantasmas“, diseños no ideados para ser construidos sino, para manipular políticamente con su hipotética construcción por ejemplo: la Ópera de Palma cuyo anteproyecto costó 1,2 millones de euros y por el cual el arquitecto fué imputado y el Centro de Convenciones en Castellón, contrato sin concurso por el cual se pago 2,7 millones.

 

 

Y resulta que muchas de sus obras no solo cuestan miles de euros al año en mantenimiento sino que además algunas de ellas ni siquiera funcionan como debería como el Palacio de Congresos y Exposiciones de Oviedo que durante su construcción se desplomó parte de la estructura, produciendo gastos de 3,5 millones de euros en indemnizaciones o como el puente Zubi Zuri de Bilbao que cuyo mantenimiento cuesta cerca de 140.000 euros.

La última obra en añadirse a la lista es el caso muy reciente del Puente de la Constitución en Venecia, el mismo debía costar 4.2 millones de dólares y la factura acabó ascendiendo a $11.2 millones. La Fiscalía del Tribunal de Cuentas italiano reclama a Calatrava y a seis colaboradores más de $4 millones por el daño económico causado al erario debido a los errores de diseño del puente y el aumento de costos en la construcción y en el mantenimiento.

El documento, basado en cuatro estudios técnicos distintos, denuncia un «asombroso y vergonzoso conjunto de errores» tanto en la fase de planificación como en la de ejecución y en la preparación de la licitación.

El puente veneciano de Calatrava provocó airadas protestas ciudadanas. Hay quien lo ha considerado siempre un cuerpo extraño -el profesor Cesare Pfeiffer habla incluso de “nave espacial caída sobre Venecia”-, un diseño impropio de la ciudad de los canales, que rompe con su particular estética. Otros, como la organización cívica Venessia.com, pusieron énfasis desde el principio en el coste exagerado de la obra y el hecho de que fuera financiada con los fondos de la ley especial para Venecia.

Ese dinero no está previsto para proyectos de vitrina, sino para la restauración de edificios y canales, una necesidad urgente en una ciudad muy frágil, amenazada por el imparable despoblamiento, el turismo masivo y el deterioro constante de sus tesoros.

En fin, que su arquitectura no solo es INSOSTENIBLE en cuanto al medioambiente, sino también en cuanto a económia se refiere, al principio de este post les había comentado que la arquitectura de Calatrava me generaba admiración, pues bien, como dijo Benjamin Franklin: “La admiración es hija de la ignorancia”, menos mal que ser conciente de ella es un gran paso hacia el saber.